martes, 5 de abril de 2011

Mencionado en todos los libros que hacen referencia al proceso de Independencia Paraguaya, Antonio Tomas Yegros es un personaje que hasta nos resulta desconocido. Ante la cercanía del Bicentenario queremos presentar un avance de la investigación(*) que incluye entre otros al último gobernador-intendente de la Provincia del Paraguay.
La villa fue fundada por Don Diego Rodríguez Porcelos, Conde de Amaya. En el siglo XV la villa fue vendida a Juan Fernández Velasco, uno de cuyos descendientes fue el Duque de Frías.
El Ayuntamiento de Villadiego poseía fueros otorgados por el Rey Alfonso VII y ratificados por el Rey Alfonso X el Sabio, quien los otorgó el 23 de diciembre de 1254. Dichos fueros implicaron privilegios fiscales y judiciales.
Villadiego fue durante gran parte de la Edad Media un punto referencial pues estaba poblada por una numerosa comunidad judía que dependía del Rey y por lo tanto gozaban de una protección especial. En virtud a dicho amparo real a los judíos se explica la famosa frase ya que a esa villa acudían, en busca de refugio, los judíos que, en algunos lugares de España, eran perseguidos por los grupos antisemita
La Villadiego en la que nació Bernardo de Velasco se refleja en el Catastro del Marqués de la Ensenada, fuente documental de considerable valor, aporta a través de las respuestas a las preguntas generales una visión demográfica, social y económica de Villadiego a mediados del siglo XVIII, cuando el número de vecinos de la Villa y su Barrio de Barruelo era de 226, de los cuales 37 eran nobles. Se contabilizaron un total de 200 casas habitables aunque alguna de ellas

Antonio Tomás Yegros

Nació en Quyquyhó, en el año 1783, hijo del Tte. Cnel. José Antonio Yegros y   doña María Ángela Franco, hermano de Fulgencio Yegros.
Formó parte del Ejército paraguayo que combatió contra la invasión inglesa de Buenos Aires y Montevideo. En la batalla de Paraguarí fue quien a orillas del río Tebicuary intimó a Manuel Belgrano. Además participó en la batalla de Tacuary, donde lo ascendieron a capitán.
La Revolución de Mayo lo sorprendió en Quyquyhó; en ese momento él era oficial de enlace. Despachó la nota de Pedro Juan Caballero dirigido al delegado don Vicente Antonio Matiauda y a Fulgencio Yegros, en el que se comunicaba las razones por las que se anticipaba el golpe.
Después de la constitución de la Primera Junta Gubernativa, presidida por Fulgencio Yegros, en Junio de 1811, ocupó la Comandancia del Cuartel de la Plaza. El 2 de setiembre del mismo año, por nota dirigida al Cabildo solicitó la destitución inmediata del Vocal, Dr. Francisco Bogarín, “por causas legítimas que a su tiempo se dirá”, pero dejando expresa constancia de que es “mirando al bien general de la patria”. Además hace mención en su nota al alejamiento del Vocal de la Junta, por falta de entendimiento con Dr. José Gaspar de Francia; circunstancia de la que “resulta no haber entera satisfacción en el Despacho y aun en la Campaña se sabe hay disgusto”.
La Junta resolvió remover interinamente a Bogarín. Pese a las reiteradas gestiones del Cabildo, nunca se lo pudo volver a reintegrar a la Junta, ni tampoco se aclararon los motivos de su retiro. Esta determinación no favoreció a la Junta, pues Bogarín era un hombre de gran cultura y podía haber aportado mucho. Además manifestó su oposición a los procedimientos de Francia, razón por la cual fue preso, pero luego de un tiempo salió en libertad.
Falleció de muerte natural a muy avanzada edad, hacia el año 1866, en su establecimiento ganadero de Isla Alta, cerca de Quyquyhó.